Deben ser juguetones, cariñosos y poco territoriales, para poder convivir con los niños.
Tener un perro en casa puede traer muchos
beneficios, sin embargo, no todos tienen el carácter adecuado para
convivir con los niños.
El sitio Consumer.es señala que un carácter idóneo puede encontrarse
en un perro chusquito, como de cualquier otra raza. Lo importante es
que sea:
POCO DOMINANTE. No tiene tendencia a los celos, ni
presenta problemas, si se siente desplazado dentro del grupo. Por
ejemplo, no le molesta que el niño agarre sus juguetes o se siente en su
cama.
PACIENTE Y CARIÑOSO. No le debe molestar que los
chicos griten, salten, corran o invadan el espacio ajeno. Tiene que
tolerar los efusivos abrazos y muestras de cariño.
POCO TERRITORIAL. Debe ser paciente ante la
invasión de su espacio. Por ejemplo, si un niño se acerca a un lugar que
considera su territorio, como su lugar de descanso, si el perro es muy
territorial y no está bien educado, mostrará su rechazo.
JUGUETÓN. Un can, al que le gusta jugar, formará un
buen equipo con el niño. Los cachorros de cualquier raza son
juguetones, pero también implican más cuidados que una mascota ya
adulta.